Se me seca la materia gris y ¡no llueve!!!

En momentos en que una sociedad debe enfrentar una dificultad que no necesariamente comprende cabalmente, nunca faltan los que piden y piden soluciones, y pocos son los que explican los porqué y los cómo se encuentran esa soluciones.
Así por ejemplo en este último mes la sequía ha esparcido cual si fuera la lluvia -que tanto hace falta- lechólogos y carnívoros, pseudos ganaderos y productores de pasto con la lengua.
Por este motivo es que me interné en Internet y leí cuanto artículo referido a la lechería y la ganadería me dio el tiempo de hacerlo como para transformarme en un opinólogo observador de la realidad que me rodea.
La leche y la carne en el departamento de Florida representan el mayor volumen de la producción agropecuaria aunque en los últimos años la forestación se enquistó en el sistema.
De acuerdo a lo que han escrito los que saben los suelos de prioridad forestal representan un 12 por ciento de los suelos aptos para esta explotación en el Uruguay, contando al presente con unas 40.000 hectáreas plantadas.
Durante varios años aquellos que se dedicaron de lleno a forestar gozaron del beneficio de la exoneración tributaria, precisamente para apoyar el desarrollo de las plantaciones. De los árboles no se saca leche para industrializar ni ganado para los frigoríficos.
Cuando en la actualidad el departamento de Florida se enfrenta a la peor sequía de los últimos 60 años, entre las medidas que suelen promoverse libremente y sin el menor análisis se encuentra la exoneración tributaria en materia de Contribución Inmobiliaria Rural ó lo más razonable dentro de un planteo general el corrimiento en los plazos para el pago.
Pero no solamente la sequía –que ya se denunciaba el año pasado- sino que también en parte por la crisis financiera internacional, la contracción del mercado mundial de lácteos afecta directamente el precio que reciben los productores desde la industria.
La sequía ha hecho lo suyo y de acuerdo a expresiones de gremialistas del sector, “a menos de tres meses de haber alcanzado el récord histórico mensual, con 140 millones de litros, la producción promedio cayó un 30% convirtiéndose en la más baja de los últimos cinco años”.
En Florida se estima quealrededor del 60% de la tierra destinada a la lechería –principal rubro de producción del departamento- es arrendada, aunque lo contrario ocurre con los ganaderos. Más claro en el caso de los lecheros, el 44% de la tierra es propiedad de los productores. Los números son más elocuentes a nivel nacional: según se divulgó en radio El Espectador, el 85 por ciento de los tambos del país cuentan con menos de 200 hectáreas.
Por eso no sé bien hasta que punto, un gobierno pude ayudar a un productor que además sea propietario de la tierra donde trabaja, postergándole un pago por hectárea y por año que no supera el de muchas viviendas de cualquier ciudad y hasta localidad pequeña.
Lo que sí me queda claro luego de leer, hablar con productores y recorrer algún tambo, donde en lugar de embarrarme me tapó la tierra y el pasto te lo debo, es que necesitan agua, para ellos y para el ganado, comida para los animales y recursos económicos fundamentalmente para los más chicos que son los que menos capacidad de ahorro e inversión tienen y ha tenido.
Se ha cuestionado subsidiar a los más postergados y desprotegidos de la sociedad con el denominado Plan de Emergencia y sin embargo, la clave en este, como en todos los temas sigue siendo -desde la visión de este modesto opinólogo- tratar de forma diferente, realidades que son diferentes, y subsidiar a un sector productivo como no se hizo antes cuando se priorizó salvar algunos bancos y si mal no recuerdo, por ese entonces nos enterramos todos de cabeza...Y eso que no llovía.