Hacia las internas de junio

Resulta interesante analizar detenidamente que solamente en Uruguay el Frente Amplio como partido político será capaz de desarrollar un mismo programa de Gobierno, aunque se expongan a consideración pública en las internas a tres candidatos।

En este año tan particular para los uruguayos, donde nuevamente procederemos a elegir el gobierno que queremos para los próximos cinco años amerita algunas reflexiones que nos competen a todos.
Un solo proyecto de país presenta el Frente Amplio con tres candidatos, mientras que varios proyectos y visiones de país tienen el Partido Nacional y el Partido Colorado, con varios candidatos.
Es evidente que todo aquel ciudadano que se despoje por un momento de su vinculación sentimental hacia determinado liderazgo, podrá en la medida de su capacidad de discernimiento apreciar cuáles y cuántas son las diferencias de los modelos que se proponen.
Si bien es cierto que un partido joven para la historia del país como el Frente Amplio presenta multiplicidad de candidatos hacia la interna, es claro que el objetivo de cada uno de ellos es el mismo, ni más ni menos que aquel que se ha discutido y avalado por los hombres y mujeres que componen esta fuerza política. Fuerza política que a veces se invoca como un ser abstracto, pero sin embargo ha demostrado en este período de gobierno nacional y también en el plano departamental que existían dos modelos claramente diferenciados de país.
Porque aún en la discusión histórica del pasado –citando un solo ejemplo- cuando se planteaba la nacionalización de la banca, resulta que hoy desde la Patria del norte de algunos, escuela y ejemplo de distinguidos y destacados políticos de estirpe y tradición de nuestro país, están precisamente haciendo eso, nacionalizando la banca.
Esta disgregación viene a colación como referencia histórica, porque se pretende hacer aparecer como un hecho traumático, desvinculante de las raíces históricas de los frenteamplistas ya no solo las medidas que se han adoptado desde el gobierno, sino que aparezcan tres candidatos। Aunque sí resulte casi novedoso.

Excelentes los tres y podrían haber sido más।
Los tres con sus propias acciones en la historia del país, gestión probada, y por sobre todo honestidad intelectual en la discusión y los planteos, aspecto no menor en estos días donde se dice cualquier cosa, se reproduce el disparate y no se aportan elementos que puedan aportar claridad hacia quienes solo procesan lo que escuchan o lo que ven.
Entre los objetivos comunes de esta izquierda uruguaya está el combate frontal no solo al postergado, sino también como ha sucedido actualmente al que produce, con matices y con aspectos que pueden discutirse, pero tal como planteáramos en otra nota subsidiando, en todos los ámbitos.
Hay que sumar las asignaciones familiares, el aumento de las jubilaciones (que no es suficiente pero ha crecido) los Consejos de Salarios (desterrado en el pasado por algún precandidato actual), el Hospital de Ojos, el Plan de Emergencia, el aumento para la educación que puede considerarse no suficiente pero es mucho más de lo que recibió en el pasado, el desarrollo de la caña de azúcar y sus derivaciones, un impuesto a la Renta criticado por quienes más tienen y siguen empecinados en no ser solidarios y generalizar el tema cuando el 80 por ciento no aporta (jubilados y en actividad), el Sistema Integrado de Salud, la notoria baja del desempleo y faltan otros proyectos। Y por favor no atribuyan solo a las condiciones favorables que presentó este mundo globalizado. A otro sí, a mi no.

Esto representa lo nuevo y diferente.
Todo puede mejorar en los próximos cinco año, pero solamente si quien obtiene el respaldo ciudadano es el Frente Amplio con el candidato que va a elegir la gente en las internas de junio.
Astori, Carámbula ó Mujica (por orden alfabético), los tres compiten en la preferencia de la ciudadanía para llevar adelante un mismo programa de gobierno que beneficia a todos los ciudadanos como han beneficiado las medidas que el actual Gobierno ha impulsado.
Sin embargo basta con recordar lo que pasa en la vereda de enfrente, para citar un solo ejemplo: fue noticia en radio El Espectador:
Larrañaga le pidió a su rival que no reniegue de su ideología. “Lacalle es de derecha y siempre ha defendido posiciones conservadoras. Eso no debe ser tomado como una ofensa. En el mundo, la derecha no renuncia a su condición ni se ofende por ser catalogada como tal”.
En este sentido, el senador Eber Da Rosa, perteneciente al sector de Larrañaga, dijo a El Espectador que apoya las apreciaciones de su líder.
“El doctor Lacalle ha sido siempre un hombre de posición más conservadora, de posiciones más de derecha dentro del partido nacional y esa es una realidad que la conoce todo el país, de manera que, una candidatura del doctor Lacalle tiende a radicalizar las cosas con el Frente Amplio y eso les es funcional”, explicó Da Rosa.
Dijo que el tiempo de Lacalle ya pasó, como el tiempo de la derecha en la región, y le pidió que no reniegue de su ideología.
¿Puede entonces un ciudadano despojado de sus sentimientos hacia el Partido Nacional creer que gobernará coherentemente en el hipotético caso que ganara las elecciones?.
El Frente Amplio está gobernando por primera vez y varios cambios positivos para el desarrollo humano han sido posibles.
El proyecto debe seguir desarrollándose y mejorando.
Existe un solo proyecto político: el Frente Amplio
Existen tres excelentes candidatos para una adecuada conducción política.Solo falta que todos -independientemente del partido que lleven en el corazón- depositen su confianza mediante el voto ya en junio, primero por el proyecto frenteamplista y seguidamente por aquél en quien creamos tiene la capacidad suficiente para llevarlo a la práctica.