El resultado electoral de mayo de 2010

Esto que escribí es un simple y primer análisis específicamente del resultado y no una evaluación completa sobre porqué no tendremos cinco años más en forma consecutiva de gobierno del Frente Amplio en Florida.

Los números

Partido Nacional 21.168
Frente Amplio 20.916
Partido Colorado 5.152

La casualidad existe, pero prefiero analizar la realidad desde la causalidad para responderme en parte el resultado de la elección municipal en Florida. Y menciono específicamente el resultado y no la esencia en su totalidad del mismo porque abarcaría definir más en detalle las causas por las cuales la ciudadanía no le otorga al Frente Amplio la posibilidad de seguir transformando el departamento, tal como lo venía haciendo. Como dije en otra nota “Evidentemente Florida no es la misma de hace cinco año, está sustancialmente mejor, no solo desde el punto de vista de las obras físicas, sino además en el desarrollo de su cultura, de mayor participación social, con un posicionamiento en el concierto nacional e internacional invalorable en el presente pero importante para el futuro”.
Un acontecimiento como la elección de un gobierno por parte de la ciudadanía no es hecho menor, ni cuando se trata a nivel nacional, ni –como recientemente- a nivel departamental.
A pocas horas de conocerse el nuevo Intendente de Florida se pueden instalar algunos temas para comenzar a descifrar el resultado global, donde contrariamente a lo que se presumía, el Frente Amplio no ha sido un claro triunfador. Cuando suceden estos casos uno trata de explicar lo que le resulta a priori inexplicable, porque la subjetividad se apodera de la razón y esto le sucede a todos, aún aquellos que se creen objetivos en sus planteos.
Si bien en una primera instancia el análisis es por resultado, es decir, lo que los números reflejan en la diferencia entre quien es electo y quien no, detrás de cada número hay una razón que responde al porqué. Para descifrar esto último si se pretende hacer seriamente, se requiere de mayor distancia en el tiempo y por consiguiente menos presión de lo inmediato, atento a lo cual seguramente esto que hoy escribo sufrirá alguna modificación en el futuro, aunque no creo sea sustancial.
No obstante me atrevo, porque soy libre de hacerlo, a efectuar una primera reflexión sobre la globalidad del primer resultado electoral.
Si parto de la causalidad y la multiplicidad de la misma me planteo en principio algunos aspectos (a cuenta de más): el efecto Alcaldía, el efecto de familia ideológica, el efecto medios de comunicación, el defecto propio y dejo fuera el acierto del oponente.

El efecto Alcaldía
En el análisis de los resultados, en los fríos números, quedó reflejado que el ciudadano aprecia en mayor medida al vecino más cercano, confiando por tanto en mayor medida en él, que en el gobierno central y simpatizando más con viejas estructuras en las que se ve reflejado, como el Partido Nacional y el Partido Colorado. Más allá de la posición ideológica no se debe subestimar a los representantes locales y como ejemplo basta tener presente el respaldo electoral para quienes fueron candidatos en Sarandí Grande y en Casupá, más claro aún en este último caso donde si uno se para sobre los resultados del Partido Colorado, ni por asomo podría pensar que triunfe un representante de esta colectividad política, sin embargo la realidad marca lo contrario, el colorado Luis Oliva resultó electo Alcalde.

El efecto de familia
Si números gruesos planteamos, se da una clara tendencia para afirmar que la afinidad ideológica primó en el respaldo desde el Partido Colorado hacia el Partido Nacional, quedando seguramente un porcentaje menor con tendencia hacia el Frente Amplio.
Es claro que los integrantes de la colectividad blanca lograron captar mayor número de tradicionales votantes colorados, a través de su discurso y con públicas adhesiones, fundamentalmente de aquellos más radicales. Por más que uno intenta creer que las familias ideológicas han quedado en el pasado la realidad marca otra cosa. Este ejemplo se da en otros departamentos, así que no debería llamar a sorpresa, aunque no era posible cuantificar antes del acto eleccionario.


El efecto de los medios de comunicación
Generalmente se tiende a simplificar algunas lecturas sobre resultados electorales atribuyendo a los medios de comunicación la responsabilidad en cuanto al destino de las naciones y en este caso el departamento.
Si los medios de comunicación incidieran fuertemente en la formación de opinión de la ciudadanía en su conjunto, el candidato del Frente Amplio, Juan Francisco Giachetto no sería el más votado, su gestión hubiera sido puesta en tela de juicio con un rechazo por abrumadora mayoría y por tanto no estaría en competencia.
Que conste, no ser decisivo, no implica que de alguna forma genere al menos indecisión en el receptor del mensaje, al mantener una prédica sistemática de opiniones que no favorezcan a cualquier tendencia, en este caso de política partidaria.
Por tanto entiendo que la incidencia de los medios de comunicación no fue decisiva en esta instancia electoral. Si se analizan los números el balance juega a favor de las dos fuerzas políticas que disputaron la Intendencia.
Quiero dejar claro que considero que usualmente los medios de comunicación, en cualquier sociedad, no son proclives a destacar los aciertos de los gobiernos u otro tipo de instituciones, sino por el contrario aquellos aspectos en los cuales se encuentran los puntos débiles.


El defecto propio
El más difícil de establecer con claridad es el defecto propio, máxime cuando el resultado no fue el deseado. Es decir, poder plasmar claramente aquello que uno hizo mal o dejó de hacer y por inacción resultó perjudicial para los intereses que se perseguían. Esto es un proceso y como tal tiene su punto máximo hacia el final de un período de gobierno pero trae consigo la historia de los últimos años.
En su momento y donde sea necesario y si es que interesa, lo plantearé.
Sin embargo puedo adelantar a modo de resumen que algunos o tal vez la mayoría (entre ellos opositores), dieron por seguro que la competencia política no era lo suficientemente fuerte como para poner en duda que se podría lograr por primera vez la reelección de un intendente y con ello la continuidad en el gobierno del Frente Amplio.
Se dio por obvio que el ciudadano sabía lo que podría hacerse en cinco años más.
Fue una campaña “rara” desde el punto de vista de la movilización, con escasa participación ciudadana –si se la compara con el pasado- al tiempo que no existió discusión programática.
Más allá de los defectos el resultado también indica que casi la mitad de los floridenses apoyan la gestión de los últimos cinco años, y esto también debe analizarse.
Hay un Frente Amplio con experiencia de gobierno, quienes así lo entiendan tendrán que ver cómo se valora para un futuro la misma.
A cuenta de más…dentro de un tiempo.